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No existe un diagnóstico claro con el que detectar y prevenir la halitosis. Numerosos factores influyen en nuestra boca que pueden provocarnos el tener un mal aliento de manera ocasional por eso, en el siguiente artículo, MPDental te explica los casos más comunes.

Presencia de caries, afecciones periodentales, sangrado o residuos de alimentos en la boca son, entre otras, algunos de los factores causantes de esta molestia que puede incluso influir en nuestras relaciones sociales; la disminución de saliva (boca seca), el estrés y hasta los ronquidos, también.

 

Higiene bucal.

Mantener una buena higiene bucal es esencial para reducir el mal aliento.

Al correcto cepillado dental, debemos unirle la limpieza con hilo dental ya que, las bacterias, pueden atacar al esmalte de los dientes y provocarte caries. Por todo ello, lo mejor es reemplazar tu cepillo de dientes al cabo de algunos meses, ya que una gran cantidad de microorganismos puede vivir en tu cepillo e infectar tu boca. Visita a tu dentista para una limpieza regular programada que te ayude a que el crecimiento de la placa sea el mínimo.

Aliento al despertar.

La halitosis matutina es más común de lo que pueda parecer.

Mientras duermes, la producción de saliva se reduce y las bacterias que causan el olor empiezan a reproducirse por lo que siempre es recomendable cepillar los dientes después de cada cena. Al actuar la saliva como enjuague bucal natural, trata de respirar siempre por la nariz para evitar que esta se seque.

Lengua.

La “piel” sobre tu lengua actúa a modo de «alfombra peluda» en donde partículas de comida, baterías y el goteo pos-nasal pueden acumularse, creando las condiciones ideales para que las bacterias crezcan. Para evitarlo, hay que hacer uso de un limpia-lenguas el cual está diseñado para limpiar los sedimentos que quedan en la superficie de la lengua.

Alimentos.

Las enzimas que se encuentran en la saliva comienzan con el proceso de digestión en el mismo momento en que empiezas a masticar por lo que, desde MPDental, recomendamos evitar ciertos tipos de alimentos alimentos con fuertes sabores aromáticos como la cebolla, el ajo, las comidas con exceso de grasas y picantes.

Fumar.

El humo del tabaco afecta al flujo de saliva en tu boca y provoca que se te seque pero, además, los químicos dañinos que añaden a los cigarros pueden provocar mal aliento.

Sinusitis y alergias.

Las bacterias que provocan el mal olor son atraídas por las proteínas en la mucosa y en las flemas. Cuando tengas sinusitis, resfriado o alergias, tus senos nasales produciran más mucosa y esta, según se filtre a tu garganta, hará que tu aliento huela peor.

Gingivitis.

La gingivitis es una infección bacterial en el tejido que rodea a los dientes por eso, las personas que sufren de este mal son más propensas a sufrir halitosis debido a la acumulación de bacterias.

Boca seca.

La xerostomía ocurre cuando nuestro flujo de saliva disminuye.

Al ser esta el método natural que posee tu cuerpo para limpiar la boca, los problemas en glándulas salivales o el no respirar por la naríz puede provocar mal aliento. Masticar chicle sin azúcar te ayudará a producir saliva, lo que ayudará a llevarse las bacterias de tu boca dejándote un aliento fresco.