La intolerancia a estímulos como el frío, el calor, las comidas ácidas o dulces, es conocida como sensibilidad dental.
Por suerte, existen ciertas pautas que pueden servirnos de ayuda a la hora de evitar ese malestar y, en MPDental, te traemos algunas de ellas.
Comidas ácidas.
Tomates, cítricos y golosinas ácidas pueden desgastar el esmalte de los dientes. Para poder contrarrestar los ácidos, lo ideal es beber un vaso de leche o consumir un pedazo de queso después de comer una fruta cítrica.
Cuidado con tu enjuague bucal.
Ciertos enjuagues poseen ácidos que afectan a los dientes muy sensibles. Infórmate en tu dentista acerca de los enjuagues de fluoruro neutro.
Usa el blanqueado de dientes con moderación.
Elude los blanqueadores dentales con peróxido ya que pueden provocar sensibilidad dental.
Evitar la enfermedad periodontal.
Las encías son como un escudo de las raíces de los dientes. Cuando padecemos de enfermedad periodontal, las raíces de los dientes quedan comprometidas y sentirán dolor.
Recomendamos realizar una consulta con tu especialista para hacer un tratamiento sobre esta patología.
Cepíllate los dientes con suavidad.
Si nos cepillamos los dientes demasiado fuerte, podemos dañar las encías y el esmalte, lo cual te causara dolor al llegar a los nervios de los mismos.
Evita apretar la dentadura.
El rechinar de dientes es otra de las causas que debilita el esmalte por lo que es bueno ser conscientes de este hecho y tratar de evitarlo lo máximo posible.
Cuida tus dientes.
Masticar hielo o morder caramelos, por poner dos ejemplos, puede llegar a romper los dientes y provocar inflamación o dar el paso a bacterias, lo que causa más dolor.
Por supuesto, si tenemos una higiene bucal buena acompañada de hábitos adecuados como lavarse suavemente los dientes, usando una crema dental de desensibilización o un enjuague bucal con flúor, reduciremos las molestias y lograremos disfrutar sin problemas de la comida.