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Tener una correcta salud dental es cada día más importante y, para ello, no solamente debemos mantener nuestra higiene a diario si no que, además, debemos de cuidar nuestro organismo.

A pesar de que mucha gente lo desconoce,  las caries, el mal aliento, la inflamación de las encías y hasta la pérdida de dientes son algunas de las consecuencias que repercuten en nuestra boca a causas de la obesidad.

Casi todo el mundo sabe que la obesidad y el sedentarismo son causantes de enfermedades como la artritis, la diabetes, trastornos cardiovasculares e incluso apnea del sueño pero también tiene influencia directa en la salud de los dientes y las encías.

Como es lógico, una mala alimentación acarrea falta de nutrientes esenciales, lo que dificulta que nuestro cuerpo combata con éxito una infección en la boca. Según un estudio realizado entre ciudadanos estadounidenses obesos con edades comprendidas entre los 18 y los 34 años, la enfermedad periodontal era un 76% más común que en las personas que se encontraban en su peso idóneo. La periodontitis es una patología inflamatoria crónica que afecta a las encías, a los ligamentos y huesos que sostienen los dientes, y es la principal causa de pérdida de piezas dentales en la vida adulta.

También, en otro estudio realizado por la Universidad norteamericana Case Western Reserve, se demostró que el bajar de peso es beneficioso para el tratamiento de las enfermedades de las encías, ya que los pacientes que habían perdido muchos kilos lograron una recuperación mucho más rápida y con mejores resultados a la hora de tratarse su enfermedad periodontal.

Muchos expertos continúan profundizando en las causas de la relación entre obesidad y la salud bucodental. Lo que sí se conoce a ciencia cierta es que mantener un peso adecuado y hacer ejercicio con regularidad previenen la aparición de numerosas patologías, a la vez que nos ayudan a mantener una sonrisa bonita y saludable.