Es frecuente que, en algún momento de nuestra vida, suframos dolencias menores relativas a nuestra salud bucal. La xerostomía, caso que vamos a tratar a continuación, nos provoca la sensación de no tener suficiente saliva en la boca.
¿Cómo saber si se padece realmente esta molestia?
En ocasiones, cuando estamos nerviosos, estresados e incluso enfadados, podemos notar la boca seca pero es de manera puntual. En caso de notarlo la mayor parte del tiempo, además de ser incómodo, nos puede ocasionar serios problemas de salud.
Para ello, os mostramos diversos síntomas que pueden indicarnos el padecer xerostomía.
- Sensación pegajosa y seca en la boca. Sequedad en la garganta.
- Problemas para masticar, tragar, degustar o hablar.
- Sensación de ardor en la boca.
- Lengua seca y áspera. Labios resecos.
- Llagas e infecciones en la boca.
¿Y qué puede causar estos síntomas si, en realidad, uso a menudo el cepillo dental?
Las causas vienen siendo muy variadas, comenzando por la composición de algunos medicamentos (antihistamínicos, antihipertensivos, diuréticos), radioterapia, quimioterapia e incluso daños a los nervios. Enfermedades como los trastornos de las glándulas salivales, el síndrome de Sjögren (trastorno autoinmunitario en donde se destruyen las glándulas que producen la saliva), VIH y diabetes también pueden causar sequedad bucal. Su tratamiento, por tanto, dependerá de la causa.
Lo principal es tomar sorbos frecuentes de agua o de bebidas no azucaradas, evitando la cafeína, el tabaco y el alcohol. También ayuda masticar chicle o chupar caramelos duros, ambos sin azúcar.
¿Por qué es importante la presentcia de saliva en la cavidad oral?
Al mantener húmedos los tejidos, se regula la acumulación de bacterias facilitando, así, la limpieza de la boca. Un nivel de saliva adecuado ayudará a luchar contra la aparición de caries, enfermedades en las encías o halitosis entre otras.
La xerostomía se manifiesta en uno de cada cinco adultos, es decir, el 20% de la población de entre 18 y 30 años y el 40% de los mayores de 50 años afectando, además, al doble de mujeres que de hombres alterando la salud en general y la calidad de vida.
La xerostomía reversible se caracteriza por registrar actividad glandular residual, donde la secreción salival puede ser estimulada o regulada. Este tipo de efecto xerostomizante es producido por medicamentos, quimioterapéuticos, hábito tabáquico, etc.
En la xerostomía irreversible, existe daño irreparable a nivel glandular que impide su funcionamiento. Este cuadro clínico se puede encontrar en pacientes con diagnóstico de síndrome de Sjögren o pacientes con cáncer de cabeza y cuello que reciben como tratamiento grandes dosis de radiación.